A menudo, cuando queremos transmitir información sobre productos o servicios, buscamos llegar al mayor número de personas posible. En ese intento, olvidamos la importancia de territorializar la información, de bajarla a tierra.
Está bien tener ambición, querer encontrar un hueco de mercado perfecto para hacer de nuestra marca un boom lo más amplio posible. Sin embargo, no debemos olvidar que nos encontramos en una sociedad infoxicada, y que debemos empezar por convencer a nuestro entorno más cercano. Eso solo es posible si territorializamos la información.
La importancia de territorializar la información se puede resumir, básicamente, en que como sociedad cada vez somos más individualistas, y si no nos afecta algo personalmente, no le vamos a prestar tanta atención. María Cereceda, directora de comunicación de la Delegación del Gobierno en La Rioja, sabe esto. Por ello, basa una de sus labores en traducir datos que a nivel nacional son importantes en información que para los riojanos, en su territorio, es vital. Sin este trabajo no solo no vamos a alcanzar un gran público, sino que vamos a dejar escapar a nuestro público más cercano.
En un momento en el que los influencers parecen haberse vuelto imprescindibles para las campañas publicitarias, todos nosotros y todas nosotras podemos generar cierta influencia en nuestro entorno. No podemos olvidar la importancia del boca-oreja. Si vamos a realizar la primera campaña de comunicación de nuestra organización, es vital que sepamos de la importancia de territorializar la información que queremos transmitir para acercarnos a un primer público que conecte con nosotros por razones, incluso, de proximidad territorial. Que entienda nuestra esencia porque le afecten los mismos problemas que a nosotros y nosotras.
Cuando hayamos alcanzado y fidelizado ese público, su boca-oreja también nos ayudará a conseguir expandir nuestra marca, ya sea comercial, política o institucional, a una escala mayor. No hace falta que invirtamos enormes cantidades de dinero (que en un principio podemos no tener) para conseguir que una campaña de comunicación sea efectiva. Lo único que necesitamos es saber dónde y a quién debemos dirigirnos para conseguir lograr los famosos objetivos SMART. La importancia de territorializar la información es eso: abrirnos puertas despacio para que nos dé tiempo a asegurarnos de que no se van a cerrar con el primer viento.
