Relaciones institucionales y comunicación

Sea cual sea el tamaño y fin de tu organización, necesitas trabajar tus relaciones institucionales. Muchas veces caemos en el error de pensar que determinados mercados no tienen por qué preocuparse de la relación que mantienen con las instituciones más cercanas. Pero, ¿qué ocurre si se aplica una nueva regulación que afecta directamente a tu sector? ¿Cómo puedes obtener financiación para un proyecto si no te has tomado el tiempo de hacer que se entienda? 

Relaciones institucionales y comunicación corporativa deben ir de la mano. Tanto es así, que ambas comparten algunos de los principales objetivos de toda estrategia de comunicación. Por ejemplo, las dos van a contribuir a posicionarnos entre nuestro público objetivo o a mejorar nuestra reputación y prepararnos frente a futuras crisis. Pero, sobre todo, las dos nos ayudan a mejorar la relación con nuestros stakeholders. 

Tenemos que entender las relaciones institucionales como una pata fundamental de nuestra estrategia de comunicación. Siempre deben responder a un objetivo y ser coherente con las acciones que llevemos a cabo en nuestra estrategia. 

Debemos analizar cuáles son los principales agentes institucionales de interés para nuestro proyecto y cuál es la mejor manera de contactar con ellos. Para ello, primero estableceremos el mapa de públicos. Después, planificaremos una estrategia de aproximación a cada tipo de público y, por supuesto, definiremos los mensajes concretos para cada uno de ellos. Una misma fórmula puede servir para una institución pero no para otra. Debemos identificar cuál es nuestra propuesta de valor y qué podemos obtener de cada institución antes de iniciar el primer contacto. 

Relación del protocolo con las relaciones institucionales y comunicación

Es importante recordar que, en todo este proceso, deberemos utilizar el protocolo como una herramienta de comunicación. Es tan importante lo que se dice como el cómo se dice. Si empleamos el protocolo adecuado y lo reforzamos con un ceremonial concreto, tendremos muchas más posibilidades de conseguir el éxito en el traslado de nuestro mensaje. Ese protocolo se tiene que manifestar, también, en nuestra comunicación no verbal en el caso de tener reuniones presenciales con las instituciones. 

En suma, relaciones institucionales y comunicación corporativa tienen que ir de la mano. Si queremos que nuestro negocio crezca, debemos construir una red de contactos óptima que nos ayude a lograr nuestro objetivo. No podemos olvidar esta pata en nuestro plan de comunicación. Tampoco podemos olvidar que el protocolo es una herramienta necesaria para trabajar nuestras relaciones institucionales. Debemos decir, mostrar y demostrar el mismo mensaje en todos los escenarios posibles. Si somos coherentes, ayudaremos a que nuestro mensaje se entienda y si nuestro mensaje se entiende y llega de forma adecuada, tenemos medio camino andando.